
Desayunamos en un muy buen sitio en la puerta del hotel: papaya, mango, unos huevos rancheros y cafecito, (45 pesos) tomamos fuerzas para el largo día de carretera que se nos avecina.
Aprovechamos para usar skype y hablar con casa. El mesero nos da indicaciones sobre que camino tomar. El recorrido entre la ciudad de Oaxaca y Puerto Escondido consta de unos 300 km. Las opciones de recorrido son dos; el camino largo de unas 6 h, y el súper largo de 8 h (sí, sí has leido bien).

Realizados los tramites para el cambio de divisas, nos recorremos los mercados, primero pasamos por una pequeña plaza de artesanias donde encontramos alebrijes (figuritas de madera pintadas a mano) a muy buen precio, entonces nos dimos cuenta que no merece la pena comprarlos en el pueblo donde los pintan (Arrazola) a no ser de que busques algo original. Despues nos fuimos en busca de mole coloradito aconsejados por nuestra casera, en el mercado "20 de nobiembre" lo encontramos a 50 pesos el Kg. Se nos estaba hechando el tiempo encima, cuando por fín encontramos en el mercado "Benito Juárez" la tiendita de bordados a mano que vimos ayer. Hoy la regentaban dos entrañables ancianitos como podéis ver en la foto, y para nuestro asombro nos dieron mejores precios que el chavo que nos atendio ayer.
Con 650 Pesos menos en nuestro bolsillo, pero con un gran recuerdo de Oaxaca y sus gentes nos fuimos a por el carro y las matelas. Cruzando la ciudad manejando, aun tubimos que parar cerca del mercado de las artesanias a comprar mezcal, "El rey zapoteco" por 250 pesos el litro fue nuestra elección. No creo que llegue a España, pero de ser así estan invitados a unos caballitos.
Comenzamos el viaje de hoy.
Tras salir de Oaxaca, la carretera no parece estar mal, pero si llena de topes o reductores que nos acompañan durante todo el camino y que además tienen la habilidad de mimetizarse con el camino de manera que si no los ves a tiempo seguro que te quedas sin ruedas y sin amortiguadores. Va en serio, los ponen tanto en nacionales como en doble vía. Seguro que reducen la velocidad pero a costa de destrozar los coches y gastar un monton de gasolina.
Atravesamos una zona de curvas y pensamos que ya había pasado lo peor pero, ja! aún no sabíamos lo quenos esperaba....
Hacemos una paradita para comer. Será algo sencillito, quesadillas y coronita por 52 pesos, 3 euros entre los dos además de la conversación con el agradable señor del puesto que nos explica el porqué de los topes o reductores. "Evitan accidentes" nos explica. Y accidenta los amortiguadores, pensamos nosotros.
Continuamos el viaje, hay tantas curvas que llevamos una media de 35 km por hora! El paisaje y los pueblos son selváticos y tropicales como Macondo. Los habitantes de la zona son más esbeltos, más guapos, especialmente las indias.
Seguimos entre montañas y de repente nos agarra la niebla. ¿Puede haber niebla a la vez que llueve? pues sí, si que puede y eso es lo que nos pasó. Incluso paramos un poco porque la verdad es que conducir entre montañas con riesgo real de desprendimiento, con niebla y mucha agua por un camino sinuoso es bastante peliagudo. Pero ahí vamos!
Damos un paseito y compramos con fruta y avena para cenar.
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