Pasamos gran parte del día viajando al estado vecino de Chiapas. Destino: San Cristobal de las Casas desde Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
Madrugamos relativamente y tras un cafecito nos vemos en la carretera. Nos abastecemos con yogourts para desayunar por el camino sin perder mucho tiempo y ya estamos listos.
Casi no paramos, sólo lo justo. Por el camino topes, pueblos y sorpendentemente una carretera bastante buena mientras sigas las de cuota. Lo gracioso es que ninguno de los GPSs que llevamos y ni siquiera el infalible Google Maps tiene gran parte de las carreteras por las que pasamos. Total que llegamos más rápido de lo vaticinado.En tres horas aprox. estamos en Tuxla Gutierrez, actual capital del Estado de Chiapas. Allí recordamos la recomendación de nuestro amigazo Eduardo Von: "No dejen de pasar por Chiapa de Corzo y de realizar el paseo en lancha por el Cañón del Sumidero" Cómo no, ¡allá vamos!
Antes tomamos algo en el restaurante cercano y compramos los boletos que la verdad se nos hacen un poco caros, 190 cada uno, o sea casi 12 euros cada uno. La verdad el recorrido los merece.
El Cañón del Sumidero transcurre por 35 kms navegables. Primero nos uniforman con unos chalecos salvavidas y nos metemos en una lancha con un grupo de turistas nacionales.
Vemos un montón de animales autóctonos: monos araña, garzas, pelícanos,... también cascadas y el lugar desde los que los mayas se dice que se tiraban para suicidarse tras la conquista hispánica...
Ah! y cocodrilos!
Retomamos la carretera y en 45 minutos más o menos llegamos a San Cristobal.
Comienza la aventura de la búsqueda de hotel. Parece que cuando es tarde, ciertos hoteles te hacen un descuentillo, pues ya no esperan mucha gente. Eso es lo que nos ocurre. En un lugar bastante aparente, nos hacen una rebaja interesante y ahí nos quedamos, aunque sólo una noche, mañana tendremos que buscar otro sitio.
Tras la ducha salimos a reconocer el lugar. El mercado, las iglesias, los puestos....
Cenamos en un lugar estupendo; sopa (obligatoria en toda comida corrida que se precie), plato de pollo con mole o de croquetas vegetarianas, todo con su ensalada y sus frijoles, más la bebida por 69 pesitos... 4 euros y cacho (y pico) Además el lugar es muy bonito, en el patio de una casa colonial con música en vivo.
El día nos ha dejado bastante cansados, así que nos retiramos bien pronto.
¡Qué maravilla! Y parece como si estuviérais viajando por Cabezuela de Abajo
ResponderEliminar