lunes, 9 de julio de 2012

Día 6. Xochimilco, el Huerto Azteca.

Nos levantamos pensando que hoy nos vamos de viaje, pero el business del auto que comenzamos ayer no funciona bien, así que tras un rato de desesperación, por fin conseguimos un trato que está bien para el día siguiente.

Santiago se va a lo suyo, y nosotros nos quedamos en casa con Silvina. Un poquito más tarde nos da el aventón hasta el Estadio Azteca donde tomamos el tren ligero hacia Xochimilco. En la foto podemos ver el momento de la despedida en la estación.

Xochimilco es un barrio a la salida del DF. Lo más representativo son las trajineras. Chalupas o balsas que siempre han usado los indígenas para moverse por los canales. Además Xochimilco es productor de flores para todo el Distrito. Tenemos que regatear tantito con los barqueros que de primera nos quieren cobrar 350 pesos por cabeza pero conseguimos 200 por los dos para dar el paseo en trajinera.
El paseo es muy agradable, transcurre entre las otras trajineras y las barquitas que te ofrecen cerveza, micheladas, tortillas, maíz, mariachi, flores, juguetes, flores.... lo que quieras!
Nosotros no queremos de nada, la verdad. El trajinero, Javier, nos cuenta que es del lugar, que toda su vida ha vivido ahí y que le encanta ser barquero.

De ahí nos vamos al mercado. Es de los más grandes de México. De hecho es infinito. Vemos piñatas gusanitos gigantes, toda suerte de especias, moles, carnes, pescados, plantas de flores exóticas, ropa, adornos..... un mundo!

Encontramos un sitio para comer mientras cae la tormenta del día de hoy. Leemos que aquí (a 3estaciones en el tren ligero) está el museo Dolores Olmedo donde hay un gran colección de Diego Rivera y Frida Kahlo. Hacia allá vamos, pero ya en la puerta del mismo, un señor nos dice que justo hoy lunes está cerrado. Qué rabia!
Nos volvemos al centro de Xochimilco a esperar a Eduardo. Hemos quedado en una pulquería. El lugar es un poco... "X". Tomamos un pulque y luego otro con Eduardo. Los compadres que andan tomando están enganchados a una especie de Juke Box en la que ponen la misma rola una y otra vez. Suena bien, la verdad, si no fuera por que suena tan alto que no nos oímos a nosotros mismos. Tendremos que pedirle a Eduardo que nos recuerde el nombre del grupo.
Nos vamos para la casa, antes de llegar pero ya en la colonia paramos en la frutería y compramos papaya y mangos.
Silvina , Santiago, Dolly y Michi nos esperan para cenar, comentar el día, hablar de lo uno y lo otro y escuchar música de aquí y de allá.

Mañana, sí que sí, saldremos del DF..... o eso esperamos...

 

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